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¿Qué debes saber para teletrabajar en Ecuador?

El teletrabajo es una modalidad laboral, voluntaria y flexible, mediante la cual un colaborador usa herramientas informáticas que le permiten trabajar en cualquier sitio fuera de las instalaciones de la empresa contratante. Como modalidad de trabajo tiene sus propias consideraciones prácticas y legales.

A pesar de que muchas empresas retoman parcialmente sus actividades tras el paso del semáforo rojo al amarillo, el teletrabajo en Ecuador sigue en aumento. En efecto, 429.209 personas están teletrabajando en el país, en 22.766 empresas públicas y privadas que adoptaron esa modalidad. 

Teletrabajar es realmente una práctica laboral con legislación reciente en Ecuador (desde 2016 con el acuerdo 190), pero este 2020 se ha convertido en una necesidad para muchas organizaciones que quieren sobreponerse a la crisis y seguir prestando servicio a los clientes con la misma calidad y seguridad, incluso en compras en línea.

Para ello el Estado ha desarrollado algunas políticas que garantizan no solo el funcionamiento adecuado de las empresas, sino el bienestar de los colaboradores. Entre ellas están el Sistema de Seguimiento de Actividades del Teletrabajo, las doce horas de desconexión establecidas por la Ley de Apoyo Humanitario y el acceso a internet. 

El Sistema de Seguimiento exige que todas las personas que teletrabajan en el sector público se den de alta en el sistema y actualicen los formularios; la segunda garantiza que todos los colaboradores, tanto del sector público como del privado, gocen de doce horas de desconexión en períodos de 24 horas, un tiempo que el empleador debe respetar. Sobre la conexión a internet, el gobierno trabaja para ofrecer un mejor servicio, sobre todo en zonas en las que su funcionamiento es muy deficiente. 

¿Cómo puedes adecuar tu espacio para teletrabajar?

Además de las recomendaciones oficiales, hay una serie de consideraciones que puedes tener en cuenta para ambientar tu espacio de trabajo de forma que sea inspirador y saludable.

Establece rutinas: respeta los ritmos circadianos para que tengas una rutina productiva. Tus horas de sueño deben ser ocho y deben cumplirse en la noche. Despierta todos los días a la misma hora, báñate y utiliza ropa cómoda, pero no de cama. Establece horarios para tus comidas y límites para el inicio y el fin de tu jornada laboral, incluso para los descansos. No permitas que las actividades del hogar interfieran en tu trabajo; separa un espacio para ellas en tu agenda.

Planifica metas: es mucho más productivo que te concentres en alcanzar objetivos y no en cumplir horas reglamentarias. Enfocarte en el horario muchas veces te aleja de la meta porque te concentras en el cuándo y no en el qué. Escribe tus objetivos del mes y establece metas parciales por semanas y por días para que optimices el tiempo y logres lo que quieres.

Toma pausas activas: establece descansos en tu rutina. Hacer pausas mejora tu concentración y tu circulación sanguínea. Cada hora, y durante cinco minutos, ponte de pie, camina, estira el tren superior e inferior, y respira profundo. 

Garantiza tu bienestar integral: necesitas cuidar de ti cuando trabajas; esto incluye tu cuerpo y tu mente. Por tal motivo ten en cuenta:

  • La ergonomía: usa un mobiliario de oficina adecuado para tu puesto de trabajo. Tanto las sillas de oficina como el escritorio deben tener ciertas medidas que garanticen comodidad y buena postura. 
  • Sillas de oficina ergonómicas: debe contar con soporte para toda tu espalda, desde la zona lumbar hasta la cervical, así como para la parte posterior de tu cabeza. Lo ideal es que tus pies permanezcan totalmente apoyados en el piso; si no es posible, coloca una base para descansarlos. Las sillas de oficina debe también tener apoyabrazos.  
  • Escritorio: debe tener una altura adecuada de modo que mientras trabajas tu espalda y tu cuello estén completamente rectos y la pantalla del computador se encuentre a la altura de tu cabeza. Además, debe ser suficientemente amplio para que puedas apoyar tus antebrazos mientras usas el teclado del computador o la laptop.    

 

  • La iluminación: lo ideal es que sepas aprovechar la luz natural al máximo. Tu estación de trabajo debe estar junto a una ventana: es una práctica saludable tanto para tu vista como para tu bolsillo, porque te permitirá ahorrar en electricidad. La cercanía a la ventana te garantiza también ventilación: necesitas que el aire circule para que tu ambiente se mantenga limpio y puro.

  • La biofilia: el contacto con organismos vivos favorece la creatividad y la sensación de paz y bienestar. Ubica plantas en tu escritorio, mejor si son naturales porque limpiarán de CO2 tu ambiente. También es recomendable tener una pecera, una fuente o algunas imágenes asociadas con la naturaleza; puede ser un cuadro o el fondo de pantalla del computador. No es necesario que tengas todos estos elementos: selecciónalos de acuerdo con las dimensiones de tu espacio, tus gustos y tus posibilidades. La idea es que tu cerebro conecte con lo natural y tu ansiedad disminuya.

 

El teletrabajo se ha convertido en la salvación para muchas empresas que por la covid-19 deben mantener sus oficinas cerradas. Si teletrabajas en una de ellas es muy importante que establezcas tus propias rutinas, te enfoques en tus objetivos y te ocupes de tu bienestar físico, cognitivo y emocional.

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