Cómo diseñar oficinas para colaboradores neurodiversos

      

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El diseño de oficinas para colaboradores neurodiversos debe tener en cuenta el efecto de los factores ambientales y la importancia de los entornos variables.

Los cerebros del 10% de la población mundial funcionan distinto, de acuerdo con el Instituto Colegiado de Personal y Desarrollo (CIPD, por sus siglas en inglés). En una reunión de trabajo con diez colegas, por ejemplo, uno es neurodiverso (o neurodivergente): su forma de pensar y sus funciones cerebrales no se encuentran dentro de los patrones neurológicos típicos, y tal vez ni siquiera él o ella lo sepan.

Entre las manifestaciones de la neurodiversidad se encuentran los trastornos del espectro autista, el déficit de atención con hiperactividad, la dislexia, la dispraxia y el síndrome de Tourette, entre otras. En los últimos años se han incluido a las personas con depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno por estrés postraumático.

La socióloga australiana Judy Singer, quien en 1998 usó por primera vez el término neurodiversidad, explica que la diversidad cerebral no es una deficiencia o una anormalidad, sino una variación humana, como cualquier otra. Algunas organizaciones incluso aprecian la neurodiversidad: Microsoft, Google, IBM, Amazon, JPMorgan, EY, Deloitte, Ford, HP y Costco son algunas de las empresas que atraen y retienen al talento neurodiverso con políticas inclusivas. Su interés radica en que los cerebros neurodivergentes desafían las formas de pensar establecidas; las personas neurodiversas son excelentes en habilidades relacionadas con solución de problemas, innovación, creatividad, reconocimiento de patrones y habilidades matemáticas. Son personas que piensan “fuera de la caja” y suelen ser muy comprometidas con el trabajo.

Lograr que los espacios de trabajo sean acogedores e inclusivos es uno de los principales retos de las empresas que buscan atraer este tipo de talento. Un informe de la firma global de arquitectura HOK confirma que el diseño de la oficina es un factor decisivo en la productividad de los colaboradores neurodiversos: estas personas rinden más en entornos diseñados para atender sus necesidades.

El talento neurodivergente se distrae fácilmente con el ruido y la iluminación, especialmente en espacios abiertos con ruidos de fondo, como gente que habla o teléfonos que suenan. Las personas neurodiversas también pueden sentirse sobreestimuladas por la textura, los olores, la temperatura, la calidad del aire o la sensación general de seguridad, según el reporte de HOK titulado Diseñar un espacio de trabajo neurodiverso.



Créditos: Mepal

Cómo diseñar oficinas inclusivas y adaptadas al talento neurodivergente

1. Buscar el confort térmico. Ajustar las condiciones de temperatura y humedad es una de las claves del bienestar y la inspiración de los colaboradores en el lugar de trabajo. Si las condiciones no son adecuadas, el ambiente se convierte en causa de irritación o distracción.

En un ambiente de trabajo inclusivo se deben proporcionar controles de temperatura individuales, como una ventana operable o un difusor de aire; así, los colaboradores podrán ajustar la temperatura a su gusto. También se pueden diseñar espacios térmicamente variados con entradas de ventilación natural.

2. Optar por iluminación natural o tenue. Las bombillas fluorescentes pueden emitir parpadeos y zumbidos únicamente percibidos por las personas neurodivergentes, que se convierten en factores distractores y molestos, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Toronto. En cambio, atenuar las luces puede favorecer las decisiones acertadas.

A su vez, la iluminación natural trae bienestar físico y emocional a los colaboradores, tanto que existen estándares de diseño que ofrecen orientación sobre la luz natural para las oficinas, como LEED (que recomienda luz diurna para el 75% de los espacios ocupados regularmente) y WELL (luz diurna para 95% del espacio ocupado por personas que se sienten a menos de 15 pies del perímetro).

3. Asegurar la calidad acústica. Los sonidos cotidianos de un lugar de trabajo pueden dificultar la concentración de los colaboradores neurodivergentes. Tanto el excesivo ruido ambiental como el extremo silencio distraen. El ruido ambiental puede mitigarse con audífonos especiales o con una distracción sensorial controlable.

Un diseño acústico correcto proporciona entornos auditivos variables, según el tipo de actividad (trabajo en equipo, reflexión en silencio, relajación). En algunos casos, el sistema de enmascaramiento de sonido (o ruido blanco) puede ayudar a aumentar la comodidad.

4. Contar con espacios variados. Las oficinas con diferentes espacios de trabajo permiten que los colaboradores decidan cuál es el entorno más apropiado para su tarea:

    • Los espacios abiertos y compartidos facilitan la socialización.
    • Los espacios cerrados son ideales para un trabajo más enfocado.
    • En las salas de reuniones se puede hablar por teléfono y protegen al resto de las áreas de trabajo de la distracción.
    • En espacios tipo cafeterías, los colaboradores pueden reunirse para discusiones informales.

Proporcionar espacios de trabajo variables, rincones, nichos y áreas de refugio permite que todos, incluido el personal neurodivergente que necesita minimizar las distracciones, puedan encontrar el mejor lugar para trabajar y ser productivo.

5. Tener en cuenta la estimulación sensorial. Las señales sensoriales visuales, auditivas u olfativas pueden ser abrumadoras para las personas neurodiversas. El objetivo del diseño inclusivo es que los colaboradores puedan elegir el grado de estimulación sensorial, en entornos con mínimo desorden visual, áreas de descanso y colores escogidos. Los azules y los verdes tienden a calmar y tranquilizar, mientras que el amarillo, el naranja y el rojo tienden a estimular. Se deben evitar combinaciones y patrones de colores discordantes.

Usar materiales naturales también estimula los sentidos. Estos materiales son más relajantes y estimulantes que sus contrapartes sintéticas. De hecho, el diseño biofílico —como disponer pisos de madera y plantas— ofrece beneficios tanto a las personas neurotípicas como a las neurodivergentes.

Los arquitectos pueden diseñar espacios adaptados a varios estilos, actividades, necesidades, personalidades y habilidades. El objetivo de los espacios de trabajo neurodiversos es crear entornos inclusivos, en donde todos puedan inspirarse y desempeñar con éxito sus labores.

Considerar el efecto de los factores ambientales y el impacto del diseño en las personas son algunas de las claves para crear oficinas y espacios en donde las personas quieran trabajar y experimentar. “El diseño puede ayudar a eliminar barreras, mejorar el acceso a oportunidades y promover el éxito”, concluye el reporte de HOK.

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