29 de marzo de 2023
El BIM ha transformado digitalmente el trabajo en equipo en el campo de la arquitectura y se ha convertido en una herramienta indispensable en el diseño colaborativo.
Sin embargo, hoy muchos arquitectos se preguntan si están suficientemente preparados para emplear el BIM en países como Colombia y Ecuador. Y aunque algunas organizaciones ya han hecho la transición, muchas están solo a un paso de adoptar este método.
¿Cómo se puede implementar el BIM en Latinoamérica? ¿Cuáles son los beneficios del BIM en la gestión de proyectos de oficina?
El modelado de información para la construcción es un método que permite a arquitectos, diseñadores, ingenieros y contratistas elaborar y utilizar de manera colaborativa un modelo digital de un proyecto. Con el BIM se puede almacenar y compartir en tiempo real toda la información y documentación de un proyecto con todos los miembros de un equipo de arquitectura y construcción.
El BIM es distinto a programas como Revit® o ArchiCAD®: mientras el BIM es un método de trabajo, los segundos son programas informáticos complementarios de alta tecnología de diseño.
Antes de adoptar el método BIM en un proyecto, es importante considerar cuatro aspectos:
BIM es un método de trabajo colaborativo; por lo tanto, es necesario asegurarse de que todo el equipo y las partes interesadas en el proyecto acepten emplear este método, y evaluar cómo reaccionan frente a este cambio.
Un software BIM debe ajustarse a las necesidades de los arquitectos y a sus futuros flujos de trabajo.
¿Cuenta el software con toda la tecnología de diseño? ¿Puede modelar en 3D, programar, planificar y calcular costos, así como mejorar la colaboración entre el equipo? Para responder estas preguntas, se recomienda probar varias aplicaciones antes de comprar.
Existen varios software en el mercado. Autodesk Revit, ArchiCAD, AllPlan, VectorWorks o Tekla Structures, entre otras, son las opciones más conocidas por sus múltiples herramientas de gestión en proyectos de arquitectura e ingeniería.
Invertir en BIM implica no solo comprar el software; es fundamental entrenar al personal. Tanto los gestores de proyectos como los arquitectos y diseñadores de oficina (y demás colaboradores) deben recibir formación para manejar el método y el software BIM.
Como la formación lleva tiempo y algunos pueden tener dificultades para adaptarse, la capacitación debe estar en manos de profesionales especializados en BIM. Los cursos en línea y seminarios web también ayudan a aprender más y a perfeccionar las habilidades de los colaboradores.
Adoptar el método BIM es más fácil y exitoso cuando se nombra un BIM manager: un coordinador que sirva de punto de contacto entre el equipo de diseño, los arquitectos y los subcontratistas.
El BIM manager fomenta la comunicación y evita malentendidos. Cuando el coordinador es un experto en BIM y ha recibido una buena formación, le resultará más fácil entender los tiempos de producción y coordinar un equipo inexperto que está aprendiendo a trabajar con este método.
El BIM se utiliza para ilustrar fácilmente el ciclo de creación de una oficina, desde la colaboración entre los profesionales y el cálculo de costos hasta la visualización final del proyecto.
Los software BIM sirven como almacenes de la información de todos los componentes de una oficina: planos, modelos 3D, materiales, tamaños, ubicación, mobiliario, documentación, etc.
Los software BIM permiten a arquitectos, diseñadores y contratistas acceder a la información necesaria en el momento adecuado. Una nube informática sincroniza los cambios, lo que significa que todos pueden ver información actualizada incluso en sus dispositivos móviles.
Gracias a las herramientas que proveen los software BIM (programas de cálculo, gestores de modelo, visores, motores render, integraciones 2D y 3D, etc.), los arquitectos pueden hacer simulaciones de uso del espacio y visualizaciones tridimensionales.
Una mejor visión general de un proyecto de oficina permite mejorar y agilizar los resultados del trabajo y disminuir los riesgos. Además, da la ventaja de mostrar a los clientes el proyecto antes de construirlo; así se toman decisiones en su fase temprana.
Cuando se adopta el BIM, los proyectos se completan con mejor calidad. Cuando todo el equipo colabora desde el principio, hay un mejor control sobre las decisiones técnicas de la ejecución de una oficina.
Se pueden identificar, por ejemplo, deficiencias estructurales antes de que comience la construcción. Con las visualizaciones del diseño de una oficina se puede modelar la estética y visualizar el flujo de luz natural o la distribución del mobiliario.
BIM mejora la coordinación entre arquitectos y subcontratistas, y permite identificar los conflictos internos o externos que se presentan cuando se diseña digitalmente la construcción de una oficina. ¿Hay suficiente espacio libre para puertas o para el mobiliario? ¿Ha habido algún problema con las tomas de corriente? Si se evitan estos conflictos desde el principio, se reduce la cantidad de trabajo necesario en cualquier obra.
Con BIM los cronogramas de construcción y la entrega de oficinas pueden planificarse con mayor precisión y comunicarse con exactitud al equipo. Así se reduce la duración de los proyectos y se eliminan los retrasos. Esta misma característica ayuda a que los proyectos tengan más probabilidades de completarse a tiempo (o incluso antes).
Las herramientas BIM minimizan los riesgos físicos, pues permiten visualizar y planificar por adelantado la logística de una obra. Los análisis de riesgos visuales y las evaluaciones constantes ayudan a garantizar la seguridad a lo largo de la ejecución del proyecto.
El BIM en Colombia y Ecuador (y en general, el resto de Latinoamérica) ha ganado adeptos en el sector del desarrollo de oficinas, pues ahorra dinero, reduce el tiempo de comercialización y mejora la seguridad y la calidad de los proyectos.
Eso sí, hay que tener en cuenta que la adopción del BIM es compleja y requiere formación continua del personal. Pero una vez que se evalúan sus beneficios generales, el BIM se convierte en una necesidad, más que en una opción.
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