Una silla de trabajo debe ser ajustable, para que quien la use adopte una posición correcta. Para elegirla hay que evaluar elementos como respaldo, asiento, reposabrazos y ruedas.
El trabajo de oficina nos obliga a pasar al menos ocho horas sentados, una postura poco natural para el ser humano, aunque es la más común en el mundo industrializado. Dado que permanecer sentados es una necesidad en muchos trabajos, es fundamental que te asegures de contar con una silla cómoda y ergonómica capaz de ofrecerte un apoyo corporal estable.
Una buena silla para trabajar debe permitir adoptar una postura correcta, de manera de evitar trastornos musculoesqueléticos, una de las dolencias de origen laboral más habituales. Entre los colombianos, el síndrome del túnel carpiano es la enfermedad laboral más común (20% a 40%), seguida del lumbago no especificado (3% a 8%), de acuerdo con la investigación de la Universidad Nacional La salud y seguridad en el trabajo en Colombia.
También destacan otras afecciones como las lesiones del hombro, específicamente el manguito rotador, y la tendinitis de muñeca y mano. Por ello es importante que sepas elegir la mejor silla para trabajar en función de tus necesidades.
¿Cuál es la postura correcta?
Antes de buscar una silla para trabajar debes saber cuál es exactamente la mejor postura al sentarse. En este sentido, las mejores posturas son aquellas en las que existe una menor flexión lumbar y del cuello, así como una menor inclinación del tronco y la pelvis en contraste con la postura erguida de pie, según explica Margarita Vergara Monedero en su tesis doctoral Evaluación ergonómica de sillas. Criterios de evaluación basados en el análisis de la postura.
Sin embargo, cada persona tiene características físicas específicas que la hacen tener una postura única. Y no solo se trata de que hay personas más altas que otras, o con mayor o menor complexión, sino también de que cada una puede tener una curvatura de la columna diferente, y la silla debe adaptarse a estas condiciones particulares.
Asimismo, es importante considerar que la postura correcta también depende de la altura del computador o portátil. La parte superior de la pantalla debe quedar a la altura de la línea horizontal de visión del trabajador para que quede en un ángulo adecuado y la cabeza no se incline para así evitar dolores en el cuello.
¿Existe una silla ideal para trabajar?
Sí, la que te permite tener una postura correcta, como la descrita en el punto anterior. No obstante, dado que cada persona tiene características físicas diferentes, no existe una silla universal ideal que funcione para todos. Por esta razón, la silla para trabajar debe ser adaptable, de manera que cada persona la pueda ajustar a su conveniencia para conseguir una postura correcta según su altura y complexión.
El principal ajuste en una silla es la altura del asiento. En una buena silla, la persona puede regular la altura del asiento de acuerdo con su estatura, de manera que la parte superior de su cuerpo y la inferior formen un ángulo recto con la espalda.
Entre las opciones con las que cuenta Mepal de sillas para trabajar se pueden destacar:
Silla Bravo
Esta silla es ideal porque es una pieza sutil y ligera, que se adapta a espacios de trabajo presidenciales y gerenciales. Diseñada con la última tecnología en sillas para oficina, la silla Bravo cuenta con el sistema “Twist Back” en su espaldar que permite acompañar el movimiento natural del cuerpo, otorgándole un alto grado de confort y ergonomía.
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Silla Click Plus 3B
Esta es la versión plus de la Silla Click, además de tener brazos y soporte lumbar graduables en altura, para ajustarlos a tu medida, su espaldar tiene tres posiciones de bloqueo y sistema antirretorno.
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Silla Gaia
Es la combinación entre diseño colombiano y funcionalidad, propicia una experiencia altamente satisfactoria para tiempos de permanencia prolongados. El contraste de materiales como la malla y el textil, las siluetas con estilo moderno, hace de Gaia una solución completa.
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Claves para elegir la silla ideal para trabajar
Ahora que conoces cuál es la postura adecuada para estar sentado y cómo debe ser tu silla ideal, puedes indagar qué opciones existen en el mercado, qué características debería tener tu silla y cuáles de ellas son imprescindibles, qué beneficios aporta cada una de las partes de la silla y dónde la puedes conseguir. En esta guía encontrarás respuestas a estas interrogantes.
¿Qué tipos de sillas de oficina existen?
La variedad de sillas de oficinas es muy amplia. Puedes encontrar sillas para salas de reuniones; sillas ejecutivas —modelos de gama alta que ofrecen gran comodidad y diseños muy estéticos—; sillas de dibujo, especiales para arquitectos o artistas que necesitan trabajar en mesas muy altas; y sillas ergonómicas, perfectas para pasar largas jornadas detrás del escritorio, entre otras.
Es importante que tengas claro el uso que le vas a dar a la silla. Si vas a trabajar en un escritorio y usas el computador durante muchas horas lo más adecuado es elegir una silla ergonómica con buen soporte lumbar, así como con altura regulable que te permita adoptar una buena postura.
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¿Cuál es el tamaño ideal de una silla de trabajo?
Una silla debe tener el tamaño adecuado para permitir adoptar una postura correcta y cómoda según tus dimensiones. Por ello existen diferentes subclases de silla que varían en tamaño. Unas de las más populares son las sillas grandes y altas, diseñadas para usuarios de hasta 1,98 metros, que soportan un peso superior a los 100 kg.
Así como hay sillas grandes y altas para usuarios de gran complexión, existen también sillas pequeñas adaptadas a usuarios más pequeños. Estos modelos suelen tener una base y un asiento de menor dimensión, así como apoyabrazos más bajos. En cualquier caso, la idea es que te sientas cómodo y puedas formar un ángulo de 90 grados entre el tren superior y el inferior de tu cuerpo.
¿De qué materiales se hacen las sillas?
Las sillas de oficina, por lo general, no se construyen con un solo material, sino con una combinación de varios. El material más importante que debe considerarse es el del asiento y del respaldo, y en menor medida el de los apoyabrazos y el pedestal.
Los materiales más usados son:
- Tela: destaca por ser transpirable y duradera. Además está disponible en una amplia variedad de texturas, colores y patrones. La tela ofrece una buena sensación al contacto y además es un material económico. Aunque es más susceptible a acumular polvo, se puede limpiar.
- Malla: se utiliza, sobre todo, en el respaldo de la silla. Es una opción transpirable hecha normalmente de plástico o polipropileno, combinada con otro tipo de tejidos como la tela. Las sillas de malla son estéticas, fáciles de limpiar, ligeras y ergonómicas porque se adaptan bien a la forma del cuerpo.
- Cuero y piel sintética: suelen usarse, sobre todo, en sillas de conferencias o ejecutivas. Una característica de estos materiales es que suelen adherirse a la piel; destacan además por ser flexibles y tener una textura muy suave. Las sillas de cuero o piel sintética son fáciles de mantener limpias y además son muy decorativas.
- Plástico y aluminio: muy usados en la fabricación del resto de componentes de la silla, como la base y los apoyabrazos. El plástico usado en la mayoría de estas sillas suele ser fuerte, pero es importante asegurarse de que así sea. Si es endeble, su durabilidad será reducida. Los mejores materiales para la base y los apoyabrazos son el aluminio o el acero, que pueden tener diferentes tratamientos, pues resultan mucho más duraderos.
Lo más importante es que los materiales de la silla sean transpirables, resistentes y que no resbalen para poder mantener una postura adecuada.
¿Existe relación entre la altura de la silla y la del escritorio?
Sí, y es algo que debes considerar para que puedas adoptar la postura correcta. La actividad muscular de la espalda, el cuello y los hombros depende de la relación entre la altura del asiento y la de la mesa. También debes tener en cuenta que todas las superficies son adecuadas para trabajar. Muchas personas que trabajan en casa, por ejemplo, lo hacen en la mesa del comedor, y este mueble no tiene la altura adecuada para adoptar la postura correcta.
La altura correcta es aquella en la que puedes apoyar tus brazos en la mesa y formar un ángulo de, aproximadamente, 90 grados. Si el asiento está muy alto, por ejemplo, los muslos se pueden comprimir, y si está muy bajo serán los glúteos los que lo hagan. Por ello, el asiento de una silla para trabajar debe tener:
- Altura ajustable según las necesidades de cada persona.
- Suficiente anchura y profundidad para soportar el peso del usuario de forma cómoda.
- Base firme con un diseño ligeramente cóncavo para evitar la compresión de muslos y glúteos.
¿Cómo debe ser el respaldo de la silla?
Esta parte de la silla debe permitir que la persona mantenga la curvatura natural de la columna. De esta manera se pueden evitar los problemas osteomusculares más comunes que, según el kinesiólogo Carlos Mario Álvarez Toro, son la lumbalgia (o lumbago), la cervicalgia (dolor en el cuello), el dolor en la zona baja de la espalda y la tortícolis.
Pasar mucho tiempo sentado puede producir estas lesiones en el trabajador. Por ello, el respaldo de la silla debe poder cubrir toda la espalda mientras la persona está sentada y tener una suave prominencia que permita el apoyo lumbar; así se puede reducir la actividad muscular en esa zona.
¿Debe el respaldo ser reclinable?
Cuando pasas mucho tiempo sentado es posible que sientas presión en la zona de los glúteos y también en la base de la columna vertebral, especialmente en la vértebra L5, la última de las 23 vértebras. Al sentarte todo tu peso recae sobre ella y por eso muchas personas sufren de dolor de espalda baja.
Una silla reclinable ayuda a disminuir la actividad muscular en la zona lumbar porque la mayor parte del peso muscular descansa sobre el respaldo. De esta manera se distribuye mejor el peso y se alivia la presión a la vértebra L5. Por ello, para quienes pasan mucho tiempo sentados, lo ideal es elegir un modelo reclinable.
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¿Necesito que la silla se incline?
Las sillas de oficina también pueden tener un sistema basculante en el asiento y respaldo para cambiar la inclinación de la silla de forma automática en función de tus movimientos; el objetivo es que estés en contacto permanente con el mueble. Si eliges una silla basculante siempre podrás tener una postura cómoda. Y cuando no quieras tener este acompañamiento del respaldo, simplemente debes dejar el sistema fijo con la inclinación que te resulte más cómoda.
¿Cómo ajusto la perilla de tensión?
Las sillas de oficina con sistema basculante cuentan con una perilla circular, o una especie de mango rotador, en la parte inferior donde se encuentra el pedestal. Este elemento, que quizá conoces poco, es de mucha utilidad para adaptar la silla a tu gusto, porque permite ajustar la tensión de la inclinación del respaldo. Es decir, puedes hacer que el acompañamiento de la silla basculante sea más suave o más tenso. Con esta perilla podrás hacer que los mecanismos de la silla tengan una mayor o menor tensión según tus preferencias, para así conseguir una posición correcta y más cómoda.
¿Necesito un reposacabezas?
Este es un complemento que viene con algunas sillas de oficina. Los reposacabezas están diseñados para ofrecer soporte y comodidad a la cabeza y el cuello mientras estás en una posición reclinada. En cambio, si quieres mantener un ángulo de 90º, quizá no sean muy útiles. Estos accesorios suelen ser ajustables en altura y en ángulo para adaptarse a cada usuario y evitar que la cabeza se incline hacia adelante.
¿Qué función tienen los apoyabrazos? ¿Son imprescindibles?
Los apoyabrazos son elementos clave para cambiar de postura a lo largo de la jornada, pero su mayor importancia radica en que permiten descansar los brazos. Cuando estas extremidades se apoyan, la actividad muscular lumbar disminuye y los hombros no se sobrecargan.
Sin embargo, para que los apoyabrazos cumplan la función de permitir de descanso de los brazos correctamente deben ser ajustables en altura; de esta manera se evita la adopción de posturas forzadas de los brazos. Además, la distancia entre ellos debe ser la suficiente para que resulte cómoda para usuarios con caderas anchas.
También puedes encontrar sillas con apoyabrazos abatibles e inclinables hacia adentro o hacia afuera en diversos grados o ángulos. Estos son los más adecuados para trabajar, ya que se convierten en una superficie de apoyo para los brazos.
¿Cuántas ruedas debe tener una silla de oficina?
La movilidad es un factor clave en las sillas de oficina. Por ello deben contar con ruedas para que puedas desplazarte fácilmente a lo largo de la mesa o, en general, del espacio; también para evitar posiciones forzadas del cuerpo. La estabilidad es fundamental, razón por la cual este tipo de sillas deben contar con cinco puntos de apoyo en contacto con el suelo.
Estos puntos de apoyo garantizan una mejor distribución de la carga y con ello una mayor estabilidad de la silla en todas las direcciones. En el mercado es posible encontrar sillas de oficina con cuatro ruedas, pero estas no son muy recomendables porque no son tan estables como las de cinco.
¿Elijo una silla con ruedas dobles o individuales?
Las sillas para trabajar pueden tener ruedas dobles o individuales, y cada una funciona de una manera diferente. Las de doble rueda permiten distribuir el peso de una manera más efectiva, lo que a su vez ayuda a prolongar la vida útil de las ruedas y evitar dañar el suelo. Además, destacan porque permiten girar en todas las direcciones, y ofrecer así mayor agilidad en los movimientos.
Las ruedas individuales, por su parte, tienen una construcción más sólida y al tener menos piezas móviles son menos propensas a fallar. Sin embargo, no cuentan con los beneficios de las ruedas dobles, como la óptima distribución del peso y la posibilidad de hacer giros en 360 grados. Por ello, las ruedas más adecuadas para muebles de oficina son las dobles.
¿Son necesarias las capuchas en las ruedas de la silla?
La capucha es básicamente una carcasa, generalmente de plástico, que se une al mecanismo giratorio para cubrir parte de la rueda. Funciona como una especie de guardabarros que permite ocultar la suciedad que se suele acumular en las ruedas. Es una adición práctica que hace que la silla luzca más bonita, aunque no interviene en la función de la rueda.
¿Debo elegir un tipo de rueda en función del suelo?
Existe una regla general en cuanto a la elección de ruedas: para suelos duros se usan ruedas blandas y para suelos blandos se usan ruedas duras. La mayoría de las sillas de oficina que encuentras en el mercado tienen ruedas diseñadas para utilizarse sobre alfombra, el material de los suelos de muchas oficinas. Están hechas de un material duro como el plástico para adaptarse mejor a las superficies blandas y evitar que se enganchen.
Si se trata de un suelo duro como madera, baldosa, cerámica, gres o parquet necesitarás ruedas hechas con un material blando como la goma o la silicona para evitar hacer marcas o rayones en el suelo. Este material también proporciona un mejor agarre en este tipo de superficies.
¿Qué presupuesto debo tener para comprar una buena silla para trabajar?
El presupuesto para comprar una silla varía porque depende mucho de lo que estés dispuesto a gastar y del tipo de silla que quieras. Lo más importante es no sacrificar características esenciales para la ergonomía de la silla, como un buen respaldo con ajuste lumbar o la posibilidad de ajustar la altura de la silla.
El material es clave en el costo de las sillas. Las de cuero, por ejemplo, suelen ser más costosas que las de malla o tela. Asimismo, un modelo con reposacabezas puede tener un precio superior a uno que no lo tenga; así que si concluyes que no necesitas una silla con este complemento, puedes omitirlo y bajar el costo de la inversión.
¿Por qué escoger una silla ergonómica para trabajar?
Una silla ergonómica te permitirá adoptar una postura correcta de acuerdo con tus dimensiones y sentirte cómodo mientras trabajas, lo que a su vez contribuirá a una mayor productividad. Cuando las condiciones de trabajo mejoran, aumenta la productividad, algo que se consigue con modelos de intervención ergonómica. Esta es la conclusión a la que llegó Jairo Estrada Muñoz, especialista en ergonomía y docente de la Universidad del Norte, donde se realizó un trabajo en más de 200 empresas sobre el mejoramiento de las condiciones laborales.
Por ello, saber escoger una silla ideal para trabajar puede ser muy beneficioso para cualquiera que deba pasar horas detrás de una mesa todos los días. Lo importante es que al seleccionar un modelo se tome en cuenta quién la usará, porque además de seguir las recomendaciones sobre las dimensiones de la silla, las valoraciones personales sobre el mobiliario también son relevantes. Asimismo, debes considerar las certificaciones que incluye la silla, así como garantía, ya que de estas dependen tanto su calidad y durabilidad, como la seguridad de quien la utilice.