Arquitectura: herramientas que llegaron para quedarse

      

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En la arquitectura del futuro será común el uso de la realidad virtual y la construcción en 3D, dos tecnologías que enriquecen la experiencia de los clientes.

Gracias a la tecnología, la arquitectura experimentará en el futuro profundas transformaciones. Diseño, construcción, ventas y comunicación con el cliente: estas actividades serán muy diferentes a como las conocemos hoy.

Impresiones en tres dimensiones

En 2014, la firma holandesa Dus Architects anunció que construiría en Ámsterdam la primera casa hecha enteramente con tecnología de impresión 3D. Así lo hicieron, más no consiguieron los permisos de habitabilidad requeridos. Más tarde, otra firma holandés llamada Houben & Van Mierlo Architecten, consiguió todos los permisos para construir en Eindhoven el primer proyecto habitacional comercial de casas 3D a nivel mundial, Project Milestone es el nombre de la obra que se espera sea culminada a mediados de 2019.

WinSun Decoration Design Engineering e ICON son otras tres compañías que también están desarrollando proyectos habitables. La primera lo hace en China, mientras que la última firma es estadounidense, aunque sus casas serán construidas en El Salvador como parte de un proyecto social de construcción de viviendas. Las casas de WinSun Decoration Design Engineering se construyen en menos de un día, mientras que las de ICON costarán menos de 4.000$

Además de esto, la NASA y también el ejército de los Estados Unidos mencionaron el uso de esta tecnología para construir diferentes tipos de edificaciones. En el ejército es empleada para construir rápidamente barracas hechas a la medida de cualquier espacio, mientras que la NASA la tiene como primera opción para armar las futuras viviendas en Marte.

La impresión 3D del futuro ofrecerá todo “a la carta”: cualquier diseño podrá ser diseccionado para que las impresoras lo elaboren en pequeñas partes que luego podrán ensamblarse. Sin tornillos ni remaches: solo con un poco de pegamento.

Esta tecnología de impresión disminuye costos y permite construir con materiales diferentes, tan impensables como, por ejemplo, aceite de plantas. En el futuro se podrá aprovechar el plástico reciclado mezclado con un tipo de concreto (como ya lo hace hoy el ejército estadounidense pero a menor escala y de manera no comercial) para formar un material sólido pero moldeable. Quizás lo más prometedor es que no solo se reemplazará el concreto, sino que también se desarrollan tecnologías para “imprimir el acero” y moldear fácilmente los metales que diversas construcciones utilizan como armazón.

Construcción robótica

Los robots son parte de la industria de la construcción modular hecha con impresiones 3D. No obstante, las construcciones que no son en tres dimensiones aprovechan también los robots para transformar el diseño y la construcción, como el caso de Minibuilders, un proyecto del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña.

En Minibuilders se utilizan drones para escanear edificaciones; luego un software las replica de manera de hacer ingeniería inversa desde el exterior hasta el interior. Así, las construcciones se mejoran o se obtiene de ellas una versión diferente, sin planos y sin introducir datos manualmente.

Actualmente también se desarrollan robots que construyen modelos en materiales 3D o convencionales; los robots son especialmente hábiles en modelar formas curvas. Para Petr Novikov, jefe de investigación de Architectural Robotics, esta herramienta no es (por ahora) de aplicación universal, pero sí puede verse como un aliado para disminuir la brecha entre el diseño digitalizado y la construcción manual. Para Novikov, con la construcción robótica la ingeniería y la arquitectura acortarán las distancias entre ellas.

En el futuro se podrá pensar en drones que construyen puentes colgantes en tiempo récord; en brazos robóticos que reemplacen al personal obrero de una obra, o en programas que sugieran cambios en el diseño. Hacer realidad los diseños arquitectónicos más desafiantes será una tarea que los robots hagan de manera rápida, segura, simple y precisa.

“No podemos construir esto, necesitamos poner columnas aquí, modificar esta fachada y bajar un poco el techo”: frases como estas son comunes en los equipos de ingenieros como respuesta a los desafíos de ciertas piezas arquitectónicas. La construcción robótica podría eliminar estos inconvenientes.

Realidad virtual

Los renders no son nada nuevo en arquitectura, pero las versiones más avanzadas de esta tecnología prometen muchas ventajas en el campo de la realidad virtual.

Prospect, desarrollado por IrisVR, es un programa de realidad virtual que sumerge al usuario en la experiencia de estar dentro de la edificación que se simula. Es compatible con la mayoría de los softwares de rendering más modernos, como Sketchup y Archicad.

La tecnología se complementa con lentes visores en 3D y controles manuales que permiten acercar o alejar la vista, pasar a otro punto de simulación previamente establecido y quitar o agregar elementos arquitectónicos. Lo más interesante de esta tecnología es que cambia por completo las reuniones de negocios, volviendo las presentaciones virtuales on site.

La realidad virtual se empleará para presentar proyectos o avances, e incluso para vender las construcciones. InsiteVR, por ejemplo, ha desarrollado una tecnología para conocer dónde está la atención visual de quienes simulan un render en realidad virtual, una función que permite trabajar en pro de lo que llama la atención visual del público o los clientes. Como ayuda a conocer lo que las personas miran con más frecuencia durante las simulaciones, puede utilizarse como una herramienta predictiva para preparar respuestas a preguntas comunes o conocer con más facilidad posibles acabados a modificar.

Esta tecnología permite que el arquitecto satisfaga mejor las necesidades de socios o clientes, además amplía las posibilidades de poder compartir con desarrolladores e ingenieros los conceptos y elementos en la mente del arquitecto. Con estas simulaciones es posible aumentar el detalle y modificar los diseños digitales antes de editar los planos, un asunto no menor que ahorra tiempo.

Mucha de esta tecnología es aun costosa, sobre todo el hardware capaz de hacer simulaciones en un tiempo aceptable para los clientes. No obstante, a medida que el sector se haga más competitivo será posible acercar la arquitectura del mañana.

Después de la realidad virtual podría venir la masificación de la tecnología holográfica interactiva, que sumerja al usuario en la experiencia de la construcción, pero que también brinde al especialista un máximo de interactividad con los elementos arquitectónicos; casi como jugar Lego® a una escala real, pero en una simulación digital.

En este sentido, la empresa de desarrollo de software Trimble ha creado una extensión de SketchUp que permite interactuar con el diseño y manipularlo con las manos. Para ello están utilizando la tecnología Microsoft Hololens. Revit es otra compañía que está innovando en este campo, hace algo parecido a Trimble, pero con coches. La empresa ha declarado que planea abarcar todos los mercados de hologramas interactivos, incluyendo la arquitectura.

Así como muchas de las tecnologías que se utilizan hoy en arquitectura llegaron sin avisar, es muy probable que otras innovaciones estén más cerca de lo que pensamos.

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