29 de marzo de 2023
La covid-19 motivó el rediseño de los espacios urbanos y, también, el de las oficinas. Las restricciones sobre desplazamientos y encuentros sociales popularizaron nuevas modalidades de trabajo, como el trabajo remoto y el modelo laboral híbrido.
En este contexto, los arquitectos especializados en diseño de oficinas han replanteado el papel de estos espacios laborales en las áreas públicas y las empresas. Así, han propuesto nuevos enfoques, como las oficinas descentralizadas y la fusión con complejos culturales.
El trabajo remoto no resultó ser el éxito que muchos imaginaron. La mayoría de las personas no cuentan con espacios adecuados para trabajar en sus casas; tampoco disponen del mobiliario básico para realizar de forma óptima sus funciones, como escritorios o sillones de oficina.
Sin embargo, muchos colaboradores prefieren trabajar desde casa para ahorrarse los desplazamientos. Esta preferencia podría afectar la productividad de las empresas, uno de los motivos de que el modelo hub and spoke haya ganado popularidad.
Este modelo propone que la empresa cuente con una sede central y varias pequeñas oficinas satélite repartidas en diferentes zonas de la ciudad.
El rediseño del espacio urbano prioriza la proximidad, de manera que las personas puedan movilizarse en bicicleta o a pie entre su vivienda y su trabajo. Esta propuesta se ajusta al concepto de las “ciudades de los 15 o 20 minutos”.
Las oficinas descentralizadas se adaptan a esta propuesta. Si los colaboradores trabajan desde pequeñas oficinas satélite próximas a sus hogares, podrán desplazarse a ellas a pie o en bicicleta, y alcanzar el equilibrio entre su vida laboral y personal.
El modelo de sede central y oficinas satélite facilita la personalización de las oficinas. Si los colaboradores que viven en una determinada zona de la ciudad trabajan en una misma oficina satélite, será más fácil personalizar su diseño.
Así, para los equipos de marketing, la decoración de sus oficinas satélite podría estimular la creatividad y la colaboración con mobiliario móvil. Por el contrario, en las oficinas satélite de los equipos de contabilidad se podría optar por cubículos o paneles que dividan las estaciones de trabajo.
Al compartir el mismo espacio de trabajo reducido, la comunicación interna también podría mejorar.
La descentralización de las oficinas también reduce la jerarquía espacial. Las sedes del poder empresarial ya no se concentran en unas cuantas ciudades del mundo o en los distritos céntricos de una ciudad.
De esta forma, los espacios urbanos poco transitados ganan en vitalidad. El modelo hub and spoke mejora la búsqueda de talento, pues con la presencia en diversas áreas se rompen las barreras geográficas.
Los edificios empresariales cumplen un papel sumamente importante en el espacio urbano. Además de generar ingresos para personas, empresas y gobiernos, los edificios corporativos revalorizan el espacio público y estimulan a comercios minoristas y pequeñas empresas.
Sin embargo, durante los confinamientos, las áreas empresariales compuestas por edificios monofuncionales se convirtieron en pueblos fantasmas. Aunque poco a poco los colaboradores están volviendo a las oficinas, el teletrabajo y el modelo híbrido de trabajo no han permitido recuperar el tránsito prepandemia.
Esto ha cuestionado la funcionalidad de los edificios empresariales. De acuerdo con los expertos, estos edificios deberían albergar diferentes empresas y cumplir con múltiples propósitos.
La fusión de las oficinas empresariales con complejos culturales y recreativos (museos, teatros, gimnasios, restaurantes o cafeterías) brindaría grandes beneficios tanto para los trabajadores como para los espacios urbanos. Las oficinas serían más atractivas y el tránsito en las áreas urbanas crecería.
A su vez, las organizaciones podrían aprovechar sus espacios laborales y su mobiliario, pues sería menor el área dedicada a la socialización. En su lugar, podrían favorecer el trabajo concentrado con, por ejemplo, muebles con pantallas de polipropileno que aíslan acústicamente a las personas.
Los edificios empresariales deben ser elementos vivos del espacio público y con un diseño estratégico pueden contribuir al desarrollo de una zona urbana.
De hecho, ya existen algunos edificios corporativos que se han apropiado (y mejorado) los espacios exteriores de una ciudad. Incluso algunas construcciones empresariales se han convertido en íconos culturales de una urbe.
Es el caso de las torres Riviera TwinStar Square (Shanghái, China), que albergan las oficinas del Banco Agrícola de China y del Banco de Construcción de China. Este proyecto se creó con el objetivo de integrar el espacio urbano en un entorno empresarial de vanguardia. En sus alrededores hay una zona popular en la que la comunidad puede disfrutar de un paisaje fluvial.
Los edificios empresariales deben contribuir a mejorar las zonas urbanas, al mismo tiempo que cumplir su función de sedes corporativas. Las ganancias serán dobles: ganarán las ciudades y ganarán las empresas.
Asimismo, el mobiliario debe adaptarse a los nuevos modelos de oficina para crear espacios de trabajo que aumenten la productividad y mejoren la comodidad de los colaboradores.
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