25 de enero de 2023
La innovación es el núcleo del espíritu empresarial, así lo afirmó décadas atrás el economista austríaco Joseph A. Schumpeter. Hoy en día, este postulado continúa vigente, pues la voluntad de desarrollar el potencial de innovación en una empresa se considera una condición básica para la competitividad.
En la industria farmacéutica, por ejemplo, fomentar la innovación se ha convertido en uno de los retos más desafiantes. Este sector que, gracias a su carácter innovador, contribuye al incremento de la productividad del país y a crear empleos de alto valor agregado, necesita adaptar y modificar sus procesos para gestionar de forma más eficiente la producción de nuevos medicamentos, promover la investigación clínica y responder al entorno competitivo del mercado actual.
En Colombia, el sector farmacéutico ha afrontado bien este desafío. En los últimos años, principalmente como consecuencia de la pandemia, estas empresas se han transformado tecnológicamente para adecuar sus operaciones a las necesidades de los clientes y responder a la alta demanda. En Ecuador, la situación difiere un poco, pues la industria farmacéutica en este país es relativamente pequeña y tiene una fuerte dependencia de las importaciones.
De cualquier modo, cuando se trata de innovar, hay que ir más allá de digitalizar procesos o de utilizar nuevas tecnologías en laboratorios farmacéuticos. La innovación en este sector también debe reflejarse en sus oficinas, pues hay que considerar que contar con espacios de trabajo inspiradores es clave para la productividad.
La creatividad es la base de la innovación. Por ello, para potenciar este proceso es fundamental diseñar espacios aptos para estimular la imaginación de los colaboradores con el fin de que intercambien ideas y se concentren.
Siendo así, las empresas del sector farmacéutico que realmente quieran innovar, necesitan de un lugar que respalde el trabajo de innovación. En este sentido, es importante centrarse en elementos como el mobiliario de oficina. Este juega un papel clave en el diseño de espacios de trabajo que potencian la creatividad y productividad de los empleados.
Si deseas crear un espacio de trabajo que impulse el desarrollo farmacéutico, los estudios clínicos y otros avances en el sector, necesitas considerar algunos aspectos.
La creatividad supone flexibilidad, por lo que las salas de reuniones con configuración clásica de mesa grande y sillas alrededor ya no funcionan tan bien, sobre todo si lo que se quiere es fomentar la innovación dentro de la empresa.
En este sentido, lo más recomendable es crear salas reconfigurables en función de lo que requiera cada equipo o proyecto. Para ello, se pueden utilizar elementos móviles como divisiones modulares para oficina, así como mesas y sillas equipadas con ruedas para facilitar su traslado de un espacio a otro.
Con este tipo de elementos es posible cerrar espacios para crear salas de reuniones con un ambiente personalizado, según las necesidades de sus usuarios, para impulsar el desarrollo tecnológico y aumentar la competitividad de la compañía.
Los empleados del sector farmacéutico se enfrentan a un trabajo muy demandante que puede someterlos a mucho estrés o fatiga mental que, a largo plazo, afecta su calidad de vida. El diseño del espacio, a través del uso de muebles de oficina modernos y adecuados, puede prevenir estos problemas.
Cuando las personas se conectan con elementos naturales dentro del espacio de trabajo, se pueden sentir más tranquilas y relajadas. Es así porque los espacios verdes alivian la fatiga mental, mejoran el estado de ánimo y promueven pensamientos creativos. Además, los empleados que trabajan en ambientes con elementos naturales pueden ser 6% más productivos, según la investigación The Global Impact of Biophilic Design in the Workplace.
La oficina estática, es decir, con puestos de trabajo fijos y salas de reuniones tradicionales, limita la colaboración entre los empleados y, con ello, la creatividad. Por esta razón, una forma de diseñar espacios de trabajo que fomenten la innovación de la empresa es olvidar los puestos fijos y priorizar la incorporación de escritorios compartidos para impulsar una oficina en movimiento.
De hecho, es algo que esperan los trabajadores. Tras el COVID-19, el 75% de los empleados desea mayor flexibilidad en su lugar de trabajo, según el estudio Resetting Normal: defining the new era of work de Adecco. De allí, la importancia de que las empresas, tanto del sector salud como de otros sectores, reconsideren la funcionalidad y propósito de sus espacios de trabajo.
Gran parte de los esfuerzos de la industria farmacéutica se dirigen hacia la investigación y los ensayos clínicos para el desarrollo de medicamentos. Sin embargo, para promover una cultura de innovación en este sector se requiere de un plan que involucre no solo innovaciones tecnológicas, sino también el bienestar físico y emocional del equipo de trabajo.
En ese sentido, el mobiliario se utiliza como un apoyo importante, pues permite lograr espacios multifuncionales, ergonómicos y cómodos que incrementan la satisfacción de los colaboradores. Esto, a su vez, promueve grandes avances para la compañía en cuestión y para los sistemas de salud en general, lo que genera beneficios para todos: industria, trabajadores, pacientes y médicos.
En alianza con Castleberry Media, nos comprometemos a cuidar nuestro planeta, por eso, este contenido es responsable con el medio ambiente.
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